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sábado, 25 de marzo de 2017

El duende del diente de oro (escrito a los quince años)

No tenía tesoros al final del arcoiris,
 ni coleccionaba tréboles


No sabemos si era la noche
o sólo era el frío del invierno,
pero hasta ahora se oyen
sobre él leyendas y cuentos.

"Lo abandonaron de niño, 
nadie quería acogerlo, 
él es De Dios un castigo"
dice la gente del pueblo.

Se dice que nació sin habla
y que abrió muy tarde los ojos
y en su boca al nacer contrastaba,
un único diente de oro.

Desde niño fue rechazado,
su aspecto asustaba a la gente
y por su pequeño tamaño,
le apodaron "el duende".

Él no necesitó palabras,
para maldecir a los otros
pues para utilizar su magia
mostraba su diente de oro.

Él nunca tuvo un amigo
nunca tuvo a quien amar
sólo las piedras del río
lo amaron como a nadie más.

Siempre se hablaba del duende
del mágico diente de oro,
nadie aceptó haberle visto
pero le habían visto todos.

La pequeña Lorenza,
siempre le amó en secreto,
no lo aceptó por vergüenza
de amar a alguien tan feo.

No conocía la felicidad
por eso odiaba a los otros,
y sabía que estaba mal
y chasqueaba su diente de oro.

Y no necesitó morirse
para que le enterraran,
pero aún pueden sentirse,
los efectos de su magia.

(Todos los cuentos de hadas
tienen un duende en su trama).

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