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miércoles, 21 de septiembre de 2016

Carta de amor, a ninguna parte, a ningún buzón.

No he estudiado absolutamente nada, así que no te sientas mal, más bien me he dedicado a la costura, al bordado, motivada por la idea revolucionaria de que todos somos unos artesanos en potencia. Estaba como una Penélope, no he leído la obligatoria y mítica historia, pero sé que estos dos días no son los diez años. Y en dos días los hilos de las alas, las antenas y los ojos de la mariposa te han tenido entre ellos. He bordado más que un simple dibujo, un poco de mi espera, mi esperanza y mi deseo de verte regresar alegre y cargado de vivencias intiraymiescas.
La mariposa quedó bastante bonita, se irá a visita donde la costurera para luego convertirse en un útil y decorativo almohadón. Me duelen mucho el pulgar e índice derechos, es por lo de mi bordado, la mariposa dolió, lo bueno es que los hilos, que te llevan todos ellos, hacen el trabajo de retener a la mariposita que se quiere ir volando hacia la vecina provincia del norte. Ya ves, nada especial.
Ahora es domingo en la tarde, otro domingo sin sol, otra tarde de domingo con lluvia, día del padre, yo sin padre, nostálgica al máximo, con sueño, como es costumbre. El abuelito hizo una libélula y un murciélago. Yo me quedé con la rata voladora y mi hermana con el insecto peluquero; son muy bonitos y siniestros, quiero que me ayudes en las vacaciones a pintar mi cuarto y a colgar arañas, murciélagos, cangrejos y libélulas en el techo que cubre mis sueños y mis sufrimientos de todas las noches.
Hoy, como siempre cuando venimos a la casa de la abuelita, todos gritan, se arman debates increíbles, nadie está de acuerdo con nadie, el que alza más la voz es escuchado y es hermoso oír cuánto se dice y cómo piensan las mentes de la experiencia. Les conté a mis tíos que siento nostalgia porque me gusta el derecho pero también quisiera estudiar historia y literatura y periodismo y arte, me dijeron que ese sentimiento es normal y que habrá tiempo suficiente para estudiar lo que yo quiera, que primero termine derecho, que estudie una sola cosa a la vez, que cuando ya tenga mi título puedo hacer de mi vida lo que desee. Entonces vos tampoco tengas pena de las cosas que no acabaste de estudiar o de lo que quisieras estudiar, hay tiempo y vida para todo, el universo de posibilidades es infinito y el amor también como fuerza motora, está a disposición de todos los que tengamos las ganas de recibirlo.
Tenemos las alas cortadas, necesitamos ponerle a nuestro deseo de volar más plumas, más cera y más viento. Volemos algún día, intentemos que no muera dentro de nuestras ganas la utopía de ser ícaros contemporáneos. Soy incoherente, doy asco, sólo necesito evadir las conversaciones sobre Osho, el budismo, los monjes shaolines y las concepciones de unos y otros sobre el sexo y la dicotomía éxtasis-sublimación. Yo no les entiendo porque todavía no he sentido esas cosas.
Te extrañé mucho y espero verte mañana y conversar con vos y seguir de la mano por los tortuosos senderos de esta puerca y hermosa vida.


Ma. José
Junio de 2006