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lunes, 28 de marzo de 2016

Cajita


Tomé una vieja caja y le puse cositas adentro. La carita de la izquierda compré hace años en un lugar donde venden extremidades de caucho para muñecas, payasos y títeres. Fue toda una hazaña porque la dueña de dicho local, una viejita, parece que tuviera rabia de vender. Entonces, para obtener las caritas, a veces pedía a terceras personas que compren por mí. El peinado le hice yo misma.

La del centro era la figura original que se me hizo triste que esté encerrada sin otras amiguitas.

La de la derecha, es una intervención mal lograda, que hice sobre una foto mía de hace un par de años. Parece, con toda claridad, una restauración al estilo "Ecce homo", por su baja calidad realista. No fue mi intención, pero siempre digo, no pinto lo que quiero ni como me gustaría, sino lo que sale. El proceso fue doloroso porque noto que con las otras caritas no me demoro mucho y se resuelven sin mayor problema. A la mía, le estudié varias horas y le repinté unas tres veces, con gruesas capas de acrílico y cambios sucesivos de peinado que le dejaron muy distinta de la foto original. De alguna manera, sentí como si me hubiera sometido a sesiones de maquillaje y peinado sin éxito y luego, inclusive a cirugías plásticas de rostro. Fue una suerte de transformación de femenina a hiperfemenina, con un resultado desastroso, tipo catface.

Con el vestuario no tuve problema, en cambio.

El fondo es un hermoso papel artesanal que compré en Buenos Aires, en Papelería Palermo. Muy lindo.

El marco es un viejo adorno que me regaló mi mejor amigo al haberle encontrado botadito en una casa de campo -albergaba alguna estampa religiosa-. Yo le pinté de azul con spray porque creo que queda bastante "cool" jaja. 

Bueno, una experiencia esta cajita, les comparto.

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