Es el primer cuadro que pinté en el año. Se trata de una reunión de una chica y de su corazón. Ella le da órdenes y la corazón no entiende las cosas, domina, no se detiene, invade todo. Entonces la chica ha optado por sacársela del pecho e invitarle a beber un poquito, a ver si puede fluir mejor la comunicación entre ellas. Por eso, si se fijan, hay un hueco en el pecho de la chica, que significa que abrió la puerta y de allí salió, como una igual, su corazón. Se sentaron en una mesa para conversar. Su corazón fuma, no hace caso, es irreverente y obsesiva. Le gusta beber también.
Conversan largamente hasta que llegan a varios acuerdos. Están tratando de cumplirlos. Les va bien hasta la fecha. Han podido desahogarse un poquito.
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