"Payasos y dulces, fiesta de cumpleaños que jamás tuve. Y sin embargo, no me pesa, he sido feliz a mi manera, sin velas que se apagan en los ojos ansiosos de los invitados, de las invitadas, otras niñas y niños.
No hubo piñatas ni sorpresas, solo el calor de los abrazos y una torta pequeña con un fósforo disfrazado de velita mágica.
Niñez de tienda, entre disfraces, jabas de cola, dulces y cigarrillos, una caja registradora vieja que limpiamos para tener la ilusión de que funcionara, billetes de cinco mil y diez mil sucres, frascos de mayonesa, papas, sánduches de pernil, abrazo de mi abuelita, manos de mi abuelito, espuma de gelatina, telenovelas, el retrato del Luisito -ojos que nos siguen mirando cuando ya se han ido- caramelos, melcochas, plata, caretas y brillos, sofá convertido en cama, ruido de buses, humo negro, huellas digitales enmohecidas por el trabajo infantil, canciones, música, mi vida a los diez años."
Viernes 11 de julio de 2009
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