Hace varios meses no había pintado con la frecuencia con la que pintaba antes, pues desde que me casé y cambié de trabajo y de casa, las cosas tomaron otro rumbo. Sin embargo, ahora estoy reorganizando mi vida y aclarando mis prioridades: pintar siempre ha sido de las cosas más importantes y más satisfactorias que puedo hacer.
Además de la importancia de adecuar un "cuarto propio" literal y
metafóricamente para ese regreso de la ilusión de vivir y de los colores que
estaban esperando, creo que las mujeres siempre debemos -en la medida
de lo posible, de lo que el sistema y nuestras condiciones, historias,
necesidades y prioridades permitan- procurarnos estos espacios para
hacer lo que nos gusta, para tener una motivación personal y única, para
buscar entre la basura y en los cajones de nuestros recuerdos esos materiales y colores que dan forma a cosas
nuevas.
Bienvenidas mis basuritas, mis retazos de tela y de medias rotas, mis
pinturas, mis revistas, mis libros, mis máscaras de cartón, mi
caballete, mi paleta, mis recuerdos y mis ilusiones.
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